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ALTZA XXI Herri ekimenaren ERAKUSKETA TOMASENEN, urtarrilak 15-otsailak 29. ALTZAKO BERDEGUNEEN GABEZIA

Altza XXI herri ekimenak eskatuta, Marko Sierra nekazaritza ingeniariak Altzako espazio libre eta berdeen azterketa zehatza egin du.
Erakusketa honek azterlan honen ondorioak biltzen ditu eta agerian uzten du espazio libre eta berdeen defizit handia Altzan, hain beharrezkoa bertako biztanleen bizi-kalitatea hobetzeko, are gehiago indartzen baita larrialdi klimatikoaren eta biodibertsitatearen galeraren ondorioz.
BISITA EZAZU.

EXPOSICIÓN DE ALTZA XXI, EN TOMASENE. 15 de enero- 29 de febrero. DÉFICIT DE ZONAS VERDES EN ALTZA

El ingeniero agrónomo Marko Sierra ha realizado, a petición de la Iniciativa Ciudadana Altza XXI herri ekimena, un estudio minucioso de los espacios libres y verdes en Altza.
Esta exposición reúne las conclusiones de este estudio y deja en evidencia el importante déficit de espacios libres y verdes en Altza, tan necesario para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, la cual se ve reforzada aún más si cabe por la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad. VISÍTALA.

DONOSTIA: URBANISMO DE ESQUIZOFRENIA

El pasado 4 de octubre, en reunión celebrada en la casa de cultura Tomasene, la concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Donostia, defendió, ante más de 100 altzatarras, la recalificación del ámbito de la antigua fábrica de Zardoya-Otis para la edificación de 456 viviendas bajo el argumento de que la densificación del suelo urbano es el único criterio que permite hacer un urbanismo sostenible, que permita no tener que ocupar el suelo rural, verde, virgen.
A los 20 días el alcalde de la ciudad ha declarado a la prensa que el proyecto de edificar 3.000 viviendas en Auditz-Akular sigue sobre la mesa. Es decir, que, en Altza, la densificación brutal del ámbito de 20.000 m² de Zardoya, en Herrera, no va a suponer no ocupar también los prados, bosquetes, lomas y vaguadas del ámbito rural que conocemos como Auditz-Akular. ¿Dónde está entonces la sostenibilidad? O nos toman por tontas o estamos sumidos en un bucle esquizofrénico en el que cualquier cosa vale para justificar decisiones previamente adoptadas.
La promoción del ámbito de Zardoya, además de un buen pelotazo urbanístico para la multinacional Otis, va a llevar a las comunidades de Herrera y Altza a una situación de densificación insostenible. Los datos así lo corroboran.
En un estudio de campo recientemente realizado, que se presentará públicamente el próximo 7 de noviembre, se ha concluido que el estándar de dotación de espacios libre, parques y jardines es de 1,92 m²/habitante, cuando históricamente el mínimo legal siempre ha sido 3 veces mayor y la Organización Mundial de la Salud recomienda desde hace décadas entre 10 y 15 m²/hb. Pero esta conclusión no la obtiene sólo nuestro estudio. El documento de diagnóstico del Plan Estratégico que fue encargado por la junta del distrito-este, ha venido a confirmar esta situación: de los ámbitos calificados como F10 y F20 por el Plan General del 2010 en Altza (espacios libres, parque y jardines, solo un 18 % reúne características para ser computable, el resto no. Resulta que no es válido ni legal pintar de verde en el plano cualquier suelo si tiene una pendiente impracticable, o es residual o inútil. Eso es hacer trampas.
En conclusión, la situación deficitaria en espacios libres y zonas verdes de Altza no es sólo una percepción de la población sino una verdad basada en los hechos.
Y, repetimos, en esa situación, ¿el Ayuntamiento pretende incrustar 456 viviendas, 500 nuevos vehículos y 1.000 personas en Herrera, en beneficio de Otis, y recoge en el Plan General edificar en la zona rural de Auditz-Akular 3.000 viviendas, 2.000 vehículos y 5.000 personas? ¿Qué es la sostenibilidad entonces para el alcalde y la concejala de urbanismo?
Por otro lado, tanto el Plan General como la doctrina y práctica urbanística moderna propugnan la mixtura de usos en la ciudad. Quiere ello decir que no han de impulsarse espacios y entornos mono-funcionales. En la misma línea, las Directrices de Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco rechazan la recalificación automática de zonas de actividades económicas para sustituirlas por uso residencial. En definitiva, el uso económico se ha de entremezclar con las viviendas.
Y sin embargo, en Altza han hecho siempre todo lo contrario a lo que se debe hacer. En las últimas décadas se ha permitido e impulsado la desaparición, y sustitución por uso residencial, de Nerecán, Ramón Vizcaíno, Rutilita …. hasta el punto de desertizar en puestos de trabajo el territorio altzatarra. El Avance del nuevo Plan General es totalmente consciente y subraya esa situación y ha computado el déficit de puestos de trabajo: mientras en otros ámbitos de la ciudad hay 1 persona por puesto de trabajo, en Altza hay 6 personas por cada puesto de trabajo. Es decir, que la amenaza está detectada: la desertización económica de Altza. Y también las consecuencias: la ausencia de opciones laborales en el entorno altzatarra, el fracaso escolar más acusado entre los jóvenes altzatarras y, en definitiva, la falta de expectativas laborales de los jóvenes de nuestro entorno, tal y como recogen los estudios socio-económicos realizados en la ciudad. Y ahora, habría que añadirle el caso Zardoya, motivo por el que habremos de concluir que las consecuencias referidas son consecuencia directa de la política urbanística del Ayuntamiento y que su responsabilidad es ineludible. Construir viviendas en ese ámbito es el interés de la multinacional Otis, pero, ¿dónde queda el interés público? ¿quién y cómo se defenderá el interés de Altza y los altzatarras?
Seguramente nos alegarán las necesidades de vivienda protegida de la ciudad de Donostia, pero eso da para otro artículo.
Para terminar, el alcalde justifica la edificación de miles de viviendas en Auditz-Akular en el hecho de que el Ayuntamiento a través de la compra de terrenos tiene mucho dinero invertido. No vamos a recordar aquí la historia de aquellas compras, realizadas en tiempos del concejal Letamendia, en una loca carrera por comprar terrenos rurales a precio de urbanizables. Para quien quiera detalles ahí está la hemeroteca. En cualquier caso, está claro que eso no puede considerarse un argumento que sirva como criterio urbanístico para la ocupación de los suelos.
Tenemos que pedir tranquilidad al Sr. Goya, porque ese dinero estará muy bien si se utiliza en la resolución de la penosa situación de los barrios de Altza. Al fin y al cabo, en la última década todos los grupos municipales vienen aceptando que Altza es el resultado de los abusos y el caos urbanístico y las y los altzatarras siempre hemos reivindicado la reparación urbana, la redotación y la necesidad de reponer zonas verdes. Y esos pueden ser unos legítimos objetivos para el dinero invertido en Auditz-Akular, en un gran parque para todos los altzatarras.
Ha llegado el momento de que el Ayuntamiento priorice una política urbanística digna y realmente sostenible, sin dejar que sean las hipotecas del pasado las que hagan urbanismo.
Al momento de redacción de este escrito se hace pública la opinión de la concejal de PSOE Garmendia en el sentido de que rechaza la masificación urbana de 3.000 viviendas en Auditz-Akular. Sin embargo, no nos da tiempo a alegrarnos porque acto seguido ha propuesto que se ubique en las campas y prados de Audiz-Akular un parque tecnológico. En Altza queremos que aquí pasen cosas, que se creen puestos de trabajo pero, por decirlo brevemente, Auditz-Akular no es el sitio, por el mismo motivo que no lo es para acoger 3.000 viviendas. La estrategia de ocupación de suelos tiene que pasar por preservar el suelo rural, por los servicios que presta, en la absorción del carbono, la generación de recursos hídricos y alimentarios, la lucha contra el cambio climático, etc. Sra. Concejala, la cuestión no es qué colocamos en Auditz-Akular, sino que ese es un espacio a preservar, como se ha decidido que sea Antondegi, y
prácticamente por los mismos motivos. Auditz-Akular tiene que ser un espacio natural. Para el parque tecnológico hay otros sitios en Altza con suficiente superficie, por ejemplo, el área industrial obsoleta de Txingurri.


INICIATIVA CIUDADANA ALTZA XXI

DONOSTIA: ESKIZOFRENIA HIRIGINTZAN

Donostiako udalaren hirigintza politika eskizofrenikotzat jo liteke. Izan ere, edozein argudio balio du hirirako dituen proiektuak babesteko, zentzu batekoak eta guztiz horren kontrakoak ere.
Adibidez, Zardoya Otiz enpresak Herreran zuen fabrikaren kokalekuan 456 etxebizitza egitea babesten ari da. Horrela defendatu zuen urriaren 4ean Tomasene Kulturetxean 100 bat bizilagunen aurrean hirigintza zinegotziak. 20.000 m²etan horrelako etxe kopuru izugarria justifikatzeko, hirigintza jasangarria egiteko modu bakarra dela esan zigun Arzalluz and.ak, hiri lurraren okupazio intentsiboa landagune eta naturgunea ez inbaditu behar izateko nahia eta agindua betetzeko modu bakarra alegia.
Atzo berriz jakin da alkateak esandakoa, Auditz-Akularren 3.000 etxebizitza eraikitzeko aukerari eusten diotela. Beraz, Zardoya eremuko masifikazioak, eta Herrerako auzokoak ondorioz, ez du landagunea ez okupatzea ekarriko. Orduan non dago jasangarritasunaren argudioa Altzako kasuan? Edo memelotzat hartzen gaituzte, edo esan bezala, proiektu jakin batzuk mantentzeko edozein gauza balio du.
Zardoyako eremuaren sustapenak, Otis multinazionalari egundoko pelotazoa emateko aukera emateaz gain, Herrera eta Altzako hiri eremua muturreko etxe dentsitate jasanezinera eramango ditu.
Kontuan izan elkarte honek egin berri duen azterketa baten ondorioz, Altzan espazio libre, parke eta lorategien estandarra biztanleko 1,92 m²koa dela, legezko gutxienekoa, betidanik, 3 bider gehiago behar duenean eta Munduko Osasun Erakundeak aspalditik 10 eta 15 bitartekoa izatea gomendatzen duenean. Eta ez dugu guk bakarrik esaten, ekialdeko barrutiak enkargaturiko Plan Estrategikoaren diagnostikoaren arabera, 2010eko Plan Orokorrak Altzarentzat aurreikusitako F10 eta F20 sailkapeneko eremuak –espazio libre eta parkeak- % 18an bakarrik eman litezke baliagarritzat, hau da, besteak ez dira konputagarri ez dutelako horretarako ezaugarririk. Hau da, ezin dela, Altzarako egin zen bezala, edozein aldapa, bazter edo lurmutur eremu libretzat sailkatu, planoan berdez margotuta. Hori ez da legezkoa eta tranpak egitea da.
Beraz, Altzako dotazio eta gune libreen eskasia ez da herritarren pertzepzio bat, soilik, datu objektiboetan demostratutako zerbait baino.
Eta, berriro diogu, egoera horretan Herrerako herri-gunean 456 etxe berri, 500 ibilgailu, 1.000 lagun, egin nahi ditu Otis multinazionalak eta udalak babestu, eta Auditz-Akularreko mendialdean 3.000 etxe, 2.000 ibilgailu eta 5.000 lagun aurreikusten ditu udalak Plan Orokor berrian? Zer da zuentzat jasangarritasuna, Goya eta Arzallus ?
Bestalde, Plan Orokorrak berak eta hirigintzako irizpide guztiak erabilerak nahasi egin behar direla esaten dute. Hau da, ez direla eremu mono-funtzionalak egin behar. Eta Jaurlaritzako Lurralde Antolaketako Zuzentarauak ere errepikatzen du ezin dela jarduera ekonomikoetako eremuak automatikoki etxebizitzak eraikitzeko eraldatu. Etxeak eta jardueretako lurra nahastuta egon behar duela.
Eta Altzan, berriro ere, udalak juxtu kontrakoa egin duela konturatzen gara: Nerecan, Rutilita, Ramon Vizcaino …. Altzan lanpostuak ia erabat desagerraraziraino. Plan Orokor berriaren Aurrerapide dokumentuak horren ondorioaz jabetzen da, kontrako joera hartu behar duela azpimarratzen du eta dugun lanpostuen defizita zenbatu egin du: lanpostu bakoitzeko 6 lagun omen gaude Altza, hiriko beste auzo batzuetan lanpostuko lagun 1 dagoenean. Beraz, arazoa detektatuta dago: Altzan lanpostuen desertizazioa; eta ondorioak ere: altzatarrek bere inguruan lan aukerarik ez izatea, eskolako porrotaren kopurua areagotzea eta gazteen lan espektatiben eza, hiriko egoera sozio-ekonomikoaren azterketak berresten duten bezala. Orain berriz, Zardoya gehitu behar ba diogu, ondorio guzti horiek udalaren hirigintza-politikaren ondorio zuzena direla esan beharko dugu eta udalaren ardura saihestezina dela ere bai. Bertan etxebizitzak egitea Otiz multinazionalaren interes ekonomikoari erantzuten dio, garbi dago, baina zein da interes publikoa ? non dago Altza eta altzatarren interesa defendatuko duena?
Donostiako etxebizitza babestuen beharrak argudiatuko dituzte, baina horrek beste artikulu batentzako ematen du.
Bukatzeko, alkateak etxeak egin beharko direla esateko udalak Auditz-Akularreko eremuan lur erosketen ondorioz diru asko inbertitu zuela justifikatu du. Ez dugu gogoratuko nola egin ziren erosketa horiek, Letamendia zinegotzi zela, landa lurra birklasifikatu aurretik erosteko lasterketa zoroa burutu zenean. Horri buruz idatzi genuen eta nahi duenak hemerotekan eskuragarri du. Gainera, ez dirudi lurren okupazioa zuzendu behar duten irizpideen araberako erantzuna, ezta?
Lasaitasuna eskatu behar diogu Goya jn.ari, diru hori Altzako egora urbanistiko tamalgarria bideratzeko beharrezko pausua delako. Azken batean, azken hamarkadan udal talde guztiek onartu dute Altza hirigintzako demasa eta eraikitze kaotikoaren emaitza dela eta altzatarrek beti errebindikatu dugu erreparazioa, redotazioa, espazio berdeen osaketa beharra. Helburu horiek izan ditzake lur erosketetan egindako inbertsioak.
Orain udalak etorkizunerako hirigintza politika txukun bat egitea lehenetsi behar du, iraganeko hipotekarik gabe. Nola hitz-egingo dute bestela jasangarritasunaz?
Idazki hau egiten ari garen bitartean PSEko zinegotziak, Gamendia And.ak, esandakoa kaleratu da, Auditz-Akularren 3.000 etxebizitza egiteak ekarriko lukeen masifikazioa ez dela onargarria esanez. Poztekoa benetan ez balitz jarraian Auditz-Akularreko zelaietan parke teknologikoa kokatu behar dela esan ez balu. Altzara egitasmoak ekartzen direla ikusteko desiratzen gaude, lanpostuak sortzen direnean txalotuko dugu, baina, nola esan, Auditz-Akular ez da lekua, lekua ez den bezala 3.000 etxebizitza egiteko, arrazoi berdinengatik. Lurzoruak okupatzeko estrategiak landa-lurzorua babesteko helburua izan behar du ematen dituen zerbitzuak oinarrizkoak direlako: karbonoa xurgatzea, ur- eta elikadura-baliabideak sortzea, klima-aldaketaren aurkako borroka, etab. Kontua ez da zer jartzen dugun Auditz-Akularren, baizik eta eremu hori zaindu beharreko eremua dela, Antondegirekin erabaki den bezala, eta ia arrazoi berberengatik. Auditz-Akular naturgunea da. Parke teknologikorako beste leku batzuk daude Altzan, azalera nahikoa dutenak; adibidez, Txingurriko industrialde zaharkitua.


ALTZA XXI HERRI EKIMENA

ZARDOYA-OTIS: LA CIUDAD DE LA DOBLE MORAL

Publica el DV que la regeneración de Jolastokieta se completará con 380 viviendas en la parte baja de Altza y comienza la noticia enmarcando la propuesta en la transformación de Altza en un entorno más amable y accesible.

Solo de cinismo extremo se puede calificar la noticia y la actuación del ayuntamiento de Donostia en Herrera-Jolastokieta donde para más de 2.500 habitantes no hay ni un solo metro cuadrado, ni uno solo, de zonas verdes.

Y ello, en un entorno inhóspito rodeado y atravesado por dos líneas de tren,  la autopista y uno de los accesos más transitados de entrada al centro de la ciudad, y con fuertes pendientes que la separan del resto de Altza.

La concejala de urbanismo nos habla de una gran plaza de 1.500 m² mientras se calla que los otros 5.600 m² de espacios libres, que corresponden al incremento de población, se llevan a Erregenea, en Igeldo, a más de 7 kilómetros de Herrera.

Vamos para atrás como los cangrejos. La propuesta publicada contempla 380 viviendas, aunque hace tres años eran 456, en una antigua cantera, es decir, una oquedad del terreno, donde pretenden construir edificios continuos de más de 8 pisos, similares a la imagen de las urbanizaciones de Alicante y los hoteles de la costa mediterránea.  Curiosamente ese ámbito antes que sede de ascensores Zardoya era una zona de equipamiento deportivo en el Plan General de Donostia de la década de los 60.

El de Herrera es un ejemplo sangrante porque es una solución “a la carta” para la multinacional Otis tal y como, sin ningún pudor, se reconoce en el convenio firmado con el ayuntamiento de Donostia.

Desde el movimiento ciudadano hemos defendido y alegado que es una operación ilegal por varias razones;

– Primero, porque no responde a motivos de interés general sino a los económico-financieros de la empresa. Como afirma el Tribunal Supremo, la “utilización torticera de las potestades públicas para favorecer a determinada empresa en detrimento del interés general” deslegitima al ayuntamiento para una modificación ”ad hoc” del Plan General, mucho más en pleno proceso de revisión del planeamiento general, añadimos en el caso de Altza.

– En segundo lugar, porque agrava la falta de dotaciones al eliminar la última posibilidad de ubicar un equipamiento comunitario en Herrera-Jolastokieta ordenando una zona verde al alcance de toda la ciudadanía en un espacio de 22.000 m². Una superficie muy similar al parque Harria, que tiene 24.000 m², donde también estaban previstas cientos de viviendas en torres estilo Larratxo y que fue “recuperado” para parque por la reivindicación vecinal en los años 80. Parece que el tiempo no transcurra en Altza porque se siguen cometiendo los mismos desmanes.

– Tercero porque hurtaría a los herreratarras y a los nuevos vecinos 5.600 m² de espacios libres que trasladaría incomprensiblemente a Erregenea contraviniendo, no solo toda lógica, sino también la doctrina del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que reiteradamente viene afirmando que las zonas verdes requeridas por el incremento de densidad residencial no pueden ubicarse en el suelo no urbanizable. Es más que evidente que tienen que situarse en el entorno del nuevo desarrollo residencial.

– La nula capacidad de gestión urbanística del gobierno municipal hace que no se hayan edificado en la ciudad los ámbitos residenciales del Plan General del 2010 y, después de más de 12 años, en plena revisión, pretende recalificar un ámbito de actividades económicas que nunca ha sido identificado como apto para el uso residencial.

En este contexto, resulta una burla calificar el proyecto como de transformación y regeneración cuando acaba con el único suelo que puede destinarse a zona verde y no hace sino volver a la política denostada de la zonificación. Recordemos que la desaparición de puestos de trabajo es una constante desde hace décadas en todo Altza; citaremos los ejemplos de Nerecán, Ramón Vizcaino, Pescafría, Rutilita, ámbitos todos en los que se han construido casi 1.000 viviendas. Lo mismo se puede decir de otras zonas de la ciudad como el Infierno o Añorga Txiki.

Estamos viviendo una involución en el urbanismo en Donostia. Mientras se predica protección del entorno natural, recuperación de las capacidades agrícolas, mixtura de usos, ciudad de los quince minutos, movilidad sostenible, se da un golpe de estado sustituyendo sistemáticamente todos los suelos destinados a actividades económicas por torres de viviendas. La alcaldía actúa al más puro estilo empresarial para que la propiedad del suelo obtenga la máxima rentabilidad y para ello no duda en utilizar el argumento más trillado, los puestos de trabajo y el peligro de deslocalización, pero lo cierto es que la recalificación a uso residencial no impidió que todas esas empresas, una a una, hayan desaparecido una vez cumplimentado el trámite de trasladarse aparentemente a las cercanías.

No podemos pasar sin recordar el intento de recalificación de la Escuela de la Construcción, propiedad de Fundación Kutxa, a través del cual se sustituía un uso equipamental de enseñanza por viviendas y se trasladaban los espacios libres a otra zona de la ciudad. Empieza a parecer un vicio del equipo de gobierno PNV-PSOE, eso de hurtar los espacios libres a los altzatarras.

Vuelven los nefastos polígonos de ensanche.  En contra de todas las modernas teorías urbanísticas el ayuntamiento de Donostia, y PNV y PSOE como sus responsables políticos, quieren construir polígonos de ensanche en Altza, como Auditz-Akular, en Añorga, como Belartza II, destruyendo el escaso suelo rural y natural de la ciudad, la biodiversidad, los cursos naturales de agua, la potencialidad agropecuaria de esas grandes bolsas de suelo, o, lo que es lo mismo, todos los servicios que nos ofrecen los ecosistemas; dicho en palabras de las Directrices de Ordenación del Territorio, aprobadas por el Gobierno Vasco en 2019, los beneficios que las personas obtenemos de la naturaleza.

Y qué decir del paisaje. Cuando disponemos de una ley desde 2014 que obliga a realizar Catálogos de Paisaje y Estudios de integración paisajística, el ayuntamiento continúa defendiendo lo indefendible, la colonización e invasión de entornos naturales de alto valor paisajístico que conforman la imagen de lomas y valles, del cinturón verde de Donostia. Resulta muy significativo que Auditz-Akular estuviera calificado como residencial en el Plan General de 1962, cuando se estimaba que Donostia alcanzaría el medio millón de habitantes. Volvemos al pasado más nefasto del urbanismo franquista.

Denunciamos la mentalidad inmobiliaria de los políticos donostiarras que piensan más en el negocio de propietarios y promotores que en el futuro sostenible de la ciudad.

Cuando prácticamente todas las ciudades europeas buscan reverdecer sus entornos, aumentar la presencia de las arboledas, defender y recuperar suelos agropecuarios para tender a la soberanía alimentaria, restablecer las vías naturales de las aguas, en Donostia seguimos empeorando la situación de miles de habitantes, singularmente, los de las zonas periféricas de la ciudad, donde sistemáticamente se trasladan las grandes ocupaciones indiscriminadas de suelo.

Denunciamos la inmoralidad que el gobierno municipal demuestra en su política urbanística. La regeneración, la movilidad sostenible, la calidad urbana, son conceptos para una determinada zona de la ciudad. En la periferia vale la ocupación de suelo rurales, la desertización de puestos de trabajo, la zonificación más obsoleta que motiva la movilidad obligada y la perpetuación de poblaciones sin dotaciones mínimas de espacios libres y zonas verdes. En Donostia se sigue haciendo segregación social.

Con el proyecto de los suelos de Zardoya el ayuntamiento termina su proceso de destrucción del tejido económico de Altza. Pensando mal, quizás lo haya hecho de manera totalmente voluntaria para asegurarse la permanencia de Altza en el municipio de Donostia dado que al momento de su anexión forzosa en 1939, fruto de la victoria franquista, se contempló su posible desanexión siempre condicionada a la existencia de suelos productivos y garantías de viabilidad económica.

Recientemente, el diagnóstico del Plan Estratégico de Ekialde encargado a instancias de la Junta de Distrito ha concluido la excesiva monofuncionalidad del suelo con destino a la vivienda y la desaparición del tejido productivo de Altza. Sin embargo, no ha querido dar el paso de ponerlo en relación con las consecuencias que se detectan en los restantes ámbitos. Si se pretende hacer vivienda en cualquier solar disponible, incluso haciendo desaparecer las actividades económicas existentes (como se hizo en Ramón Vizcaino, Nerecan, Rutilita, etc. y ahora la pretensión de repetir con Zardoya-Otis), la consecuencia inmediata es la desertización de puestos de trabajo, el aumento meteórico de la movilidad forzosa, la disminución de expectativas laborales de la población, el aumento del fracaso o falta de horizonte escolar, y en general el empobrecimiento del nivel de vida y la disminución de la esperanza de vida, que son los otros elementos del diagnóstico que también ha detectado el Plan.

El urbanismo es, en definitiva, el instrumento para que en un espacio y en un tiempo ocurran cosas, se produzcan relaciones, se crucen actividades y personas, o no lo hagan en absoluto. El próximo Plan General puede condenar a Altza a ser para siempre una ciudad dormitorio o devolverle el carácter de entorno vital humano, económico y social.

Herrera es un acceso estratégico de la ciudad, bien dotado de medios de transporte público, autobuses, tren, topo, además de disponer de buenos accesos y variadas conexiones en las distintas direcciones de la comarca. Es, en definitiva, un buen lugar donde ubicar actividades, tanto públicas como privadas, que harían que en Altza pasen cosas, acudan gentes de otras procedencias, activen con su estancia y consumo los pequeños negocios del entorno. Así se revitalizan los espacios urbanos, junto con la imbricación de espacios libres y parques, equipamientos culturales y deportivos.

El próximo Plan General puede empezar a resolver los problemas y mejorar la situación o puede condenarnos para siempre a ser la ciudad olvidada.

ZARDOYA-OTIS: LA CIUDAD DE LA DOBLE MORAL

Publica el DV que la regeneración de Jolastokieta se completará con 380 viviendas en la parte baja de Altza y comienza la noticia enmarcando la propuesta en la transformación de Altza en un entorno más amable y accesible.

Solo de cinismo extremo se puede calificar la noticia y la actuación del ayuntamiento de Donostia en Herrera-Jolastokieta donde para más de 2.500 habitantes no hay ni un solo metro cuadrado, ni uno solo, de zonas verdes.

Y ello, en un entorno inhóspito rodeado y atravesado por dos líneas de tren,  la autopista y uno de los accesos más transitados de entrada al centro de la ciudad, y con fuertes pendientes que la separan del resto de Altza.

La concejala de urbanismo nos habla de una gran plaza de 1.500 m² mientras se calla que los otros 5.600 m² de espacios libres, que corresponden al incremento de población, se llevan a Erregenea, en Igeldo, a más de 7 kilómetros de Herrera.

Vamos para atrás como los cangrejos. La propuesta publicada contempla 380 viviendas, aunque hace tres años eran 456, en una antigua cantera, es decir, una oquedad del terreno, donde pretenden construir edificios continuos de más de 8 pisos, similares a la imagen de las urbanizaciones de Alicante y los hoteles de la costa mediterránea.  Curiosamente ese ámbito antes que sede de ascensores Zardoya era una zona de equipamiento deportivo en el Plan General de Donostia de la década de los 60.

El de Herrera es un ejemplo sangrante porque es una solución “a la carta” para la multinacional Otis tal y como, sin ningún pudor, se reconoce en el convenio firmado con el ayuntamiento de Donostia.

Desde el movimiento ciudadano hemos defendido y alegado que es una operación ilegal por varias razones;

– Primero, porque no responde a motivos de interés general sino a los económico-financieros de la empresa. Como afirma el Tribunal Supremo, la “utilización torticera de las potestades públicas para favorecer a determinada empresa en detrimento del interés general” deslegitima al ayuntamiento para una modificación ”ad hoc” del Plan General, mucho más en pleno proceso de revisión del planeamiento general, añadimos en el caso de Altza.

– En segundo lugar, porque agrava la falta de dotaciones al eliminar la última posibilidad de ubicar un equipamiento comunitario en Herrera-Jolastokieta ordenando una zona verde al alcance de toda la ciudadanía en un espacio de 22.000 m². Una superficie muy similar al parque Harria, que tiene 24.000 m², donde también estaban previstas cientos de viviendas en torres estilo Larratxo y que fue “recuperado” para parque por la reivindicación vecinal en los años 80. Parece que el tiempo no transcurra en Altza porque se siguen cometiendo los mismos desmanes.

– Tercero porque hurtaría a los herreratarras y a los nuevos vecinos 5.600 m² de espacios libres que trasladaría incomprensiblemente a Erregenea contraviniendo, no solo toda lógica, sino también la doctrina del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que reiteradamente viene afirmando que las zonas verdes requeridas por el incremento de densidad residencial no pueden ubicarse en el suelo no urbanizable. Es más que evidente que tienen que situarse en el entorno del nuevo desarrollo residencial.

– La nula capacidad de gestión urbanística del gobierno municipal hace que no se hayan edificado en la ciudad los ámbitos residenciales del Plan General del 2010 y, después de más de 12 años, en plena revisión, pretende recalificar un ámbito de actividades económicas que nunca ha sido identificado como apto para el uso residencial.

En este contexto, resulta una burla calificar el proyecto como de transformación y regeneración cuando acaba con el único suelo que puede destinarse a zona verde y no hace sino volver a la política denostada de la zonificación. Recordemos que la desaparición de puestos de trabajo es una constante desde hace décadas en todo Altza; citaremos los ejemplos de Nerecán, Ramón Vizcaino, Pescafría, Rutilita, ámbitos todos en los que se han construido casi 1.000 viviendas. Lo mismo se puede decir de otras zonas de la ciudad como el Infierno o Añorga Txiki.

Estamos viviendo una involución en el urbanismo en Donostia. Mientras se predica protección del entorno natural, recuperación de las capacidades agrícolas, mixtura de usos, ciudad de los quince minutos, movilidad sostenible, se da un golpe de estado sustituyendo sistemáticamente todos los suelos destinados a actividades económicas por torres de viviendas. La alcaldía actúa al más puro estilo empresarial para que la propiedad del suelo obtenga la máxima rentabilidad y para ello no duda en utilizar el argumento más trillado, los puestos de trabajo y el peligro de deslocalización, pero lo cierto es que la recalificación a uso residencial no impidió que todas esas empresas, una a una, hayan desaparecido una vez cumplimentado el trámite de trasladarse aparentemente a las cercanías.

No podemos pasar sin recordar el intento de recalificación de la Escuela de la Construcción, propiedad de Fundación Kutxa, a través del cual se sustituía un uso equipamental de enseñanza por viviendas y se trasladaban los espacios libres a otra zona de la ciudad. Empieza a parecer un vicio del equipo de gobierno PNV-PSOE, eso de hurtar los espacios libres a los altzatarras.

Vuelven los nefastos polígonos de ensanche.  En contra de todas las modernas teorías urbanísticas el ayuntamiento de Donostia, y PNV y PSOE como sus responsables políticos, quieren construir polígonos de ensanche en Altza, como Auditz-Akular, en Añorga, como Belartza II, destruyendo el escaso suelo rural y natural de la ciudad, la biodiversidad, los cursos naturales de agua, la potencialidad agropecuaria de esas grandes bolsas de suelo, o, lo que es lo mismo, todos los servicios que nos ofrecen los ecosistemas; dicho en palabras de las Directrices de Ordenación del Territorio, aprobadas por el Gobierno Vasco en 2019, los beneficios que las personas obtenemos de la naturaleza.

Y qué decir del paisaje. Cuando disponemos de una ley desde 2014 que obliga a realizar Catálogos de Paisaje y Estudios de integración paisajística, el ayuntamiento continúa defendiendo lo indefendible, la colonización e invasión de entornos naturales de alto valor paisajístico que conforman la imagen de lomas y valles, del cinturón verde de Donostia. Resulta muy significativo que Auditz-Akular estuviera calificado como residencial en el Plan General de 1962, cuando se estimaba que Donostia alcanzaría el medio millón de habitantes. Volvemos al pasado más nefasto del urbanismo franquista.

Denunciamos la mentalidad inmobiliaria de los políticos donostiarras que piensan más en el negocio de propietarios y promotores que en el futuro sostenible de la ciudad.

Cuando prácticamente todas las ciudades europeas buscan reverdecer sus entornos, aumentar la presencia de las arboledas, defender y recuperar suelos agropecuarios para tender a la soberanía alimentaria, restablecer las vías naturales de las aguas, en Donostia seguimos empeorando la situación de miles de habitantes, singularmente, los de las zonas periféricas de la ciudad, donde sistemáticamente se trasladan las grandes ocupaciones indiscriminadas de suelo.

Denunciamos la inmoralidad que el gobierno municipal demuestra en su política urbanística. La regeneración, la movilidad sostenible, la calidad urbana, son conceptos para una determinada zona de la ciudad. En la periferia vale la ocupación de suelo rurales, la desertización de puestos de trabajo, la zonificación más obsoleta que motiva la movilidad obligada y la perpetuación de poblaciones sin dotaciones mínimas de espacios libres y zonas verdes. En Donostia se sigue haciendo segregación social.

Con el proyecto de los suelos de Zardoya el ayuntamiento termina su proceso de destrucción del tejido económico de Altza. Pensando mal, quizás lo haya hecho de manera totalmente voluntaria para asegurarse la permanencia de Altza en el municipio de Donostia dado que al momento de su anexión forzosa en 1939, fruto de la victoria franquista, se contempló su posible desanexión siempre condicionada a la existencia de suelos productivos y garantías de viabilidad económica.

Recientemente, el diagnóstico del Plan Estratégico de Ekialde encargado a instancias de la Junta de Distrito ha concluido la excesiva monofuncionalidad del suelo con destino a la vivienda y la desaparición del tejido productivo de Altza. Sin embargo, no ha querido dar el paso de ponerlo en relación con las consecuencias que se detectan en los restantes ámbitos. Si se pretende hacer vivienda en cualquier solar disponible, incluso haciendo desaparecer las actividades económicas existentes (como se hizo en Ramón Vizcaino, Nerecan, Rutilita, etc. y ahora la pretensión de repetir con Zardoya-Otis), la consecuencia inmediata es la desertización de puestos de trabajo, el aumento meteórico de la movilidad forzosa, la disminución de expectativas laborales de la población, el aumento del fracaso o falta de horizonte escolar, y en general el empobrecimiento del nivel de vida y la disminución de la esperanza de vida, que son los otros elementos del diagnóstico que también ha detectado el Plan.

El urbanismo es, en definitiva, el instrumento para que en un espacio y en un tiempo ocurran cosas, se produzcan relaciones, se crucen actividades y personas, o no lo hagan en absoluto. El próximo Plan General puede condenar a Altza a ser para siempre una ciudad dormitorio o devolverle el carácter de entorno vital humano, económico y social.

Herrera es un acceso estratégico de la ciudad, bien dotado de medios de transporte público, autobuses, tren, topo, además de disponer de buenos accesos y variadas conexiones en las distintas direcciones de la comarca. Es, en definitiva, un buen lugar donde ubicar actividades, tanto públicas como privadas, que harían que en Altza pasen cosas, acudan gentes de otras procedencias, activen con su estancia y consumo los pequeños negocios del entorno. Así se revitalizan los espacios urbanos, junto con la imbricación de espacios libres y parques, equipamientos culturales y deportivos.

El próximo Plan General puede empezar a resolver los problemas y mejorar la situación o puede condenarnos para siempre a ser la ciudad olvidada.

ZARDOYA-OTIS: AHAZTUTAKO HIRIA

DVk argitaratu duenez, Jolastokietako eraberritzea 380 etxebizitzarekin osatuko da Altzako beheko aldean, eta Altza ingurune atseginago eta irisgarriago batean eraldatzeko proposamena markatuko du.

Muturreko zinismotzat baino ezin da kalifikatu Donostiako Udalak Herrera – Jolastokietan egin duen jarduera, non 2.500 biztanle baino gehiagorentzat ez dagoen berdegune metro karratu bat ere, ezta bakarra ere.

Eta hori guztia, bi tren-linek inguratuta eta zeharkatuta dagoen ingurune babesgabe batean: autobidea eta hiriaren erdigunera sartzeko sarbiderik erabilenetakoa, eta Altzatik banatzen dutenak aldapa handiak dituena, gainerako.

Hirigintzako zinegotziak 1.500 m²-ko plaza handi bat aipatu digu, baino ezkutatu egiten du beste 5.600 m²-ko espazio libreak, biztanleriaren hazkundeari dagozkionak, Igeldoko Erregeneara eramaten direla, Herreratik 7 kilometro baino gehiagora.

Karramarroak bezala goaz atzera. Argitaratutako proposamenak 380 etxebizitza aurreikusten ditu, duela hiru urte 456 ziren arren, harrobi zahar batean, hau da, lurraldearen hutsune batean, non 8 solairu baino gehiagoko eraikin jarraituak eraiki nahi dituzten, Alacanteko urbanizazioen eta Mediterraneoko kostaldeko hotelen irudiaren antzekoak. Bitxia bada ere, eremu hori Zardoya igogailuen egoitza baino lehen kirol-ekipamenduko gunea zen 60ko hamarkadako Donostiako Plan Orokorrean.

Herrerarena adibide lotsagarria da Otis multinazionalarentzat “nahierako” irtenbidea delako, Donostiako udalarekin sinatutako hitzarmenean aitortzen den bezala, lotsarik gabe.

Hiri-mugimendutik hainbat arrazoirengatik legez kanpoko ekintza bat dela defendatu eta alegatu dugu:

– Lehenik eta behin, interes orokorreko arrazoiei erantzuten ez dielako, enpresaren ekonomia- eta finantza-arrazoiei baizik. Auzitegi Gorenak dioen bezala, “interes orokorraren kaltetan enpresa jakin bati mesede egiteko ahalmen publikoak modu traketsean erabiltzeak” Plan Orokorra “ad hoc” aldatzeko zilegitasuna kentzen dio udalari, eta are gehiago plangintza orokorra berrikusteko prozesuan dagoen Donostian, gehitzen diogu Altzatik.

– Bigarrenik, zuzkidura falta larriagotzen duelako, Herrera eta Jolastokietan komunitate-ekipamendu bat jartzeko azken aukera kentzen duelako, herritar guztien eskura dagoen 22.000 m²-ko berdegunea antolatuz. Harria parkearen oso antzeko azalera, 24.000 m² dituena, non Larratxo estiloko dorreetan ehunka etxebizitza aurreikusita zeuden eta 80ko hamarkadan auzokideen aldarrikapenagatik parkerako “berreskuratu” zena. Badirudi denbora ez dela Altzan igarotzen, astakeri berdinak egiten jarraitzen baitute.

– Hirugarrenik, herreratarrei eta auzokide berriei Erregeneara eramango zituzkeenak 5.600 m²-ko espazio libreak lapurtuko lizkielako, ulertu ezina, logikaz gain, Euskal Autonomia Erkidegoko Justizia Auzitegi Nagusiaren doktrina ere urratuz; izan ere, behin eta berriz esaten du bizitegi-dentsitatearen gehikuntzak eskatzen dituen berdeguneak ezin direla lurzoru urbanizaezinean kokatu. Agerikoa da egoitza-garapen berriaren inguruan kokatu behar direla.

– Udal-gobernuak ez du hirigintza kudeatzeko ahalmenik izan, eta, ondorioz, 2010eko Plan Orokorreko egoitza-eremuak ez dira hirian eraiki. 12 urte baino gehiago igaro ondoren, berrikusketa betean dagoela, jarduera ekonomikoen eremu bat birkalifikatu nahi du, eremu hori ez denean inoiz identifikatu egoitzarako egokitzat.

Testuinguru honetan, burla da proiektua eraldaketatzat eta birsorkuntzatzat jotzea, berdegunerako erabil daitekeen lurzoru bakarra amaitzen duenean eta zonifikazioaren politika iraingarrira itzultzea besterik ez duenean egiten. Gogora dezagun lanpostuen desagerpena etengabea dela azken hamarkadetan Altza osoan; Nerecán, Ramón Vizcaino, Pescafría eta Rutilitaren adibideak aipatuko ditugu, eremu horietan ia 1.000 etxebizitza eraiki baitira. Gauza bera esan daiteke Infernua edo Añorga Txiki bezalako hiriko beste gune batzuei buruz.

Donostian hirigintzan inboluzio bat bizitzen ari gara. Ingurune naturala babestea, nekazaritzako gaitasunak berreskuratzea, erabilerak nahastea, hamabost minutuko hiria, mugikortasun jasangarria aldarrikatzen den bitartean, estatu-kolpea ematen da, jarduera ekonomikoetarako lurzoru guztiak etxebizitza-dorreekin sistematikoki ordezkatuz. Alkatetzak enpresa pribatua balitz bezela jarduten du lurzoruaren jabetzak ahalik eta errentagarritasun handiena lor dezan, eta, horretarako, argudiorik xeheena, lanpostuak eta deslokalizazio-arriskua erabiltzen ditu, baina egia esan, bizitegi-erabilerarako birkalifikazioak ez zuen eragotzi enpresa horiek guztiak, banan-banan desagertzea, itxuraz birkokatzeko izapidea bete ondoren.

Ezin dugu ahaztu Kutxa Fundazioaren jabetzakoa den Eraikuntza Eskola birkalifikatzeko ahalegina. Horren bidez, ekipamendu-erabileraren ordez etxebizitzak eraikitzearen truke sortu beharreko espazio libreak hiriko beste eremu batera eramaten ziren.  EAJ-PSOE gobernu taldearen ohitura dirudi, altzatarrei espazio libreak lapurtzea.

Zabalguneko poligono negargarriak itzuli dira.  Hirigintza-teoria modernoen aurka, Donostiako Udalak, eta EAJk eta PSOEk, arduradun politiko gisa, Altzan, Auditz-Akular bezala, Añorgan, Belartza II bezala, zabalgune-poligonoak eraiki nahi dituzte, hiriko landa- eta natura-lurzoru urria, biodibertsitatea, ur-ibilgu naturalak, lurzoru-poltsa handi horien potentzialtasuna, edo, gauza bera dena, ekosistemek eskaintzen dizkiguten zerbitzu guztiak suntsituz; Eusko Jaurlaritzak 2019an onartu zituen Lurraldearen Antolamendurako Artezpideen hitzetan, gizakiok naturatik jasotzen ditugun onurak suntsituz.

Eta paisaiaz zer esan. 2014tik Paisaiaren Katalogoak eta Paisaien integrazioari buruzko Azterlanak egitera behartzen duen legea daukagunean, udalak defendaezina dena defendatzen jarraitzen du, paisaia aldetik balio handia duten inguru naturalen kolonizazioa eta inbasioa, hain zuzen, Donostiako gerriko berdearen muino eta ibarren irudia osatzen dutenak. Oso adierazgarria da Auditz-Akular 1962ko Plan Orokorrean egoitzazkotzat sailkatuta egotea, orduan Donostiak milioi erdi biztanle izango zituela uste baitzen. Hirigintza frankistaren iraganik negargarrienera itzuliko gara.

Donostiako politikarien pentsamolde espekulatzailea salatzen dugu, jabeen eta sustatzaileen negozioan gehiago pentsatzen baitute hiriaren etorkizun iraunkorrean baino.

Europako ia hiri guztiek beren inguruneak konpondu, zuhaiztien presentzia handitu, nekazaritzako eta abeltzaintzako lurzoruak defendatu eta berreskuratu nahi dituztenean elikadura-burujabetza lortzeko, uretako bide naturalak berrezarri nahi dituztenean, Donostian milaka eta milaka biztanleen egoera okerragotzen jarraitzen dugu, batez ere hiriaren inguruko eremuena, non sistematikoki lurzoruaren okupazio tzarrak  lekualdatzen diren.

Udal gobernuak bere hirigintza-politikan erakusten duen moraltasunik eza salatzen dugu. Birsorkuntza, mugikortasun jasangarria eta hiri-kalitatea hiriko gune jakin baterako kontzeptuak dira. Periferian landa-lurrak okupatzea, lanpostuak desertizatzea, nahitaezko mugikortasuna eragiten duen zonifikazio zaharkituena eta espazio libreetako eta berdeguneetako gutxieneko zuzkidurarik gabeko populazioak betikotzea dira. Donostian bereizketa soziala egiten jarraitzen da.

Zardoyako lurren proiektuarekin udalak Altzako ehun ekonomikoa suntsitzeko prozesua amaitu du. Gaizki pentsatuta, beharbada, Altza Donostiako udalerrian geratuko zela ziurtatzeko guztiz borondatez egin da, 1939an, frankismoaren garaipenaren ondorioz, nahitaez anexionatu zen unean, desanexionatzea aurreikusi baitzen, betiere ekoizpen-lurrak eta bideragarritasun ekonomikoaren bermeak egonez gero. Bide hori ixteko borondatea dago guzti honen atzetik.

Berriki, Barrutiko Batzordeak eskatuta, Ekialdeko Plan Estrategikoaren diagnostikoak amaitu du eta bertan etxebizitzarako lurzoruaren gehiegizko funtzionaltasuna eta Altzako ekoizpen-sarea desagertzea ahalmentzen du. Hala ere, ez du pausorik eman nahi izan gainerako esparruetan antzematen diren ondorioekin harremanetan jartzeko. Etxebizitza egin nahi bada eskura dagoen edozein orubetan, are jarduera ekonomikoak desagerraraziz (Ramón Vizcaino, Nerecan, Rutilita eta abarretan egin zen bezala). eta, orain, Zardoya-Otisekin errepikatzeko asmoa), berehalako ondorioa lanpostuak desertizatzea da, nahitaezko mugikortasuna nabarmen handitzea, herritarren lan-itxaropenak murriztea, porrota edo eskola-irtenbideak eza handitzea, eta, oro har, bizi-maila pobretzea eta bizi-itxaropena murriztea, horiek baitira Planak ere hauteman duen diagnostikoaren beste elementu batzuk.

Hirigintza, azken batean, tresna da espazio eta epe jakin batean gauzak gerta daitezen, harremanak sor daitezen, jarduerak eta pertsonak gurutzatu daitezen ahalbideratzen edo oztopatzen duena. Hurrengo Plan Orokorrak Altza betiko lotarako hiria izatera kondenatu dezake edo giza, ekonomia eta gizarte ingurunea izatera bideratu.

Herrera hiriko sarbide estrategikoa da, garraio publiko, autobus, tren eta topoz hornitua, eta sarbide onak eta askotariko konexioak ditu eskualdeko norabide desberdinetan. Azken batean, jarduera publiko zein pribatuak kokatzeko leku egokia da, Altzan gauzak pasaraziko lituzketenak, beste jatorri batzuetako jendea bertaratuko luketenak, egonaldiarekin eta kontsumoarekin inguruko negozio txikiak aktibatuko lituzketenak. Horrela, hiri-espazioak biziberritzen dira, baita espazio libreak eta parkeak, kultura- eta kirol-ekipamenduak ere.

Hurrengo Plan Orokorra arazoak konpontzen eta egoera hobetzen has daiteke edo betirako hiri ahaztua izatera kondenatu gaitzake.

                                                                                                                            Altzan,  2023ko maiatza